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Entrevista a Alberto Puyana

Luis Rodríguez Guerrero

“ La historia de la literatura está llena de autores que vendieron mucho pero que no trascendieron absolutamente nada”.

Alberto Puyana. Comisario del Festival de Novela Negra “Gaditanoir” y autor de Kaizen Editores

Nuestra sala de interrogatorio se constriñe ante la expectación que supone recibir a uno de los miembros más eminentes. Y es que, no todos los días uno tiene la suerte de topar con la visita de todo un comisario. Aunque en el caso que nos ocupa, estamos ante la honrosa excepción del comisario “buena gente”, porque nuestro invitado es un tío del que todos hablan bien (por algo será), estando y no estando presente (por algo será, insisto).
Gaditano de raza. Alguien que lucha por lo suyo―y los suyos―con uñas y dientes.
Hablar de Puyana, en buena medida, es hablar del alma del Gaditanoir; donde Cádiz es el tablero donde se librará la partida, y Alberto parte de la esencia corpórea del mismo. El ideólogo y papá de diez letras que darán sentido al noviembre más negro que Cádiz haya podido imaginar.

✗ Si Vázquez Montalbán levantara la cabeza… ¿Qué crees que pensaría de la novela negra actual?

Yo creo que tendría sentimientos encontrados. Por un lado, estaría encantado de ver las nuevas voces narrativas que hay en el panorama nacional, pero por otro lado estaría en desacuerdo (creo yo) con la simpleza narrativa en general. No olvidemos que el maestro Vázquez Montalbán no solo urdía tramas de enjundia, sino que las desarrollaba con brillantez, con una prosa cuidada, elegante e inteligente. Al alcance de pocos. Manuel Vázquez Montalbán era un genio del género negro, sí, pero además era un escritor preeminente, de los más completos que hemos tenido en este país.

✗ No se podrá negar que Alberto Puyana es un tipo polifacético. ¿De dónde sacas tiempo para conciliar tu vida personal con la laboral y todo lo relativo a la literatura?

Se hace encaje de bolillos como se puede, Luis. En ese sentido, creo que soy uno de los inventores de los días de 28 horas, jajaja. Ahora en serio, cuando uno tiene la necesidad de contar una historia, se saca tiempo de donde uno piensa que no lo hay: entre reunión y reunión, mientras esperas a que el niño termine sus clases de tenis para llevarlo a la academia de inglés, cuando ya todos duermen y aún te queda una horita antes de que Morfeo te agarre por el cuello… siempre es posible encontrar un hueco para la escritura. Y no necesariamente tiene que ser para la redacción, sino también para una parte importantísima de todo proceso narrativo como es la investigación de cara a la ambientación de la novela.

✗ De tu próxima novela solo conocemos las iniciales: LNBNPD. De lo cual podemos garantizar que así a priori, apunta a una excelente clave de wifi. Cuéntanos algo más, anda. O no… hagámoslo más divertido;

Sabiendo que todo autor asume el reto inherente de superarse obra tras obra, dinos qué tiene este nuevo proyecto que no tenga Corpore.
Creo que es una obra mucho más madura y que ahonda más en su gaditanismo, pero planteando una trama de corte más clásico, digamos. Me apetecía darle al personaje principal de Corpore Insepulto el protagonismo que no tuvo en esa primera entrega y en la que se veía envuelto en una investigación sin comerlo ni beberlo, de rebote. En esta ocasión sí lo vamos a ver tomando las riendas de un caso, sin renunciar, eso sí, a los rasgos identitarios que veíamos en Corpore Insepulto. Esta nueva entrega es más gaditanoir, si se me permite la expresión, pero sin caer en localismos ombliguistas. Desde Cádiz, para la Humanidad, vamos. Noniná.

✗ Toca pensar a lo grande… ¿Qué necesita el Gaditanoir para triunfar?

Necesita el cariño de todos: de los gaditanos, de las instituciones que los representan, de los autores de la tierra, de las fuerzas vivas, de la cultura, del arte… Gaditanoir triunfará en la medida que el gaditano lo sienta como algo propio, con señas de identidad gaditanas, únicas e irrepetibles. No aspiramos a tener un arraigo cultural como puede tenerlo el Carnaval o la Semana Santa, pero sí pretendemos que Cádiz se vuelque en su otoño negro “de Cádi, Cádi” y lo viva como algo suyo y muy diferente a lo que se hace en otros lugares de España.

✗ Siguiendo por ahí (en lo de pensar a lo grande), ¿hay algún sueño que a Alberto Puyana, valga la redundancia, le robe el sueño?

Es sencillo caer en el topicazo de ser superventas y firmar por un sello grande. Pero creo que, más que la fama y el dinero (que oye, a todos nos atrae, no nos engañemos), lo que de verdad quiere un escritor es trascender. Quedar en el recuerdo. Si pensamos, por ejemplo, en el propio Vázquez Montalbán, los reconocimientos importantes en forma de premios llegaron relativamente tarde, cuando ya llevaba décadas escribiendo, cuando ya tenía un público fiel y un espacio determinado. Ese es el espacio al que aspiramos todos los escritores. La historia de la literatura está llena de autores que vendieron mucho pero que no trascendieron absolutamente nada.

✗ Encontrar asiento en una editorial que mime al autor y a la obra a partes iguales, no es fácil. ¿No te parece?

Es un mirlo blanco. A veces aspiramos a encontrar acomodo en un gran sello editorial pensando que, con ello, vamos a tener mayor repercusión mediática y mayor venta de libros. Y puede que sea en buena parte cierto, pero no cambiaría mi situación actual, en la que escribo lo que quiero, cuando quiero y al ritmo que quiero, por esa fiscalización continua de una editorial grande que te exige un manuscrito al año y que no te da cariño, más allá de una plataforma publicitaria del carajo, pero de la que ellos mismos van a ser los primeros beneficiados. Decía Juan Carlos Aragón en un mítico pasodoble de la chirigota Los Yesterday: “¿Sabes tú lo que te digo? Me vi a quedá en el INEM, que es donde están todos mis amigos”. Pues eso pienso yo. Prefiero estar en un sitio humilde y con recursos limitados, pero a gusto y con gente que me entiende, me escucha y valora mi opinión. No siempre el camino más rápido es la línea recta.

✗ Dándole un poco de continuidad al mercado editorial…¿Existe más posverdad que verdad?

Indudablemente. Hay mucho postureo y mucha vanidad. Esto, unido a la falsa creencia de que todo el mundo está capacitado, no ya para escribir, sino para redactar verdaderas obras cúlmenes de la literatura universal, producen el caldo de cultivo perfecto para que desaprensivos hagan su agosto a costa de ingenuos escritores noveles a los que se les engaña haciéndoles pensar que el éxito está al alcance del que quiera. Y lo cierto es que está al alcance del que pueda. Pero para poder, primero hay que tener talento, paciencia y, sobre todo, mucha disciplina, constancia, capacidad de trabajo… y una morterá de suerte. El reconocimiento nunca cae del cielo, salvo milagrosas excepciones, porque el mundo de los escritores es un picar piedra continuo. Imagínate una maratón, pero con obstáculos, Luis. Pues eso. En el mercado editorial abundan los lobos con piel de cordero… y mucho borrego también.

✗ Cuéntanos qué rarezas, manías y secretos confesables tiene Alberto Puyana cuando se sienta frente al teclado.

Tengo unas cuantas. Me gusta acompañar la redacción con música de fondo. No de una manera demasiado ostentosa, demasiado protagonista, pero sí intento que esté presente. Depende del pasaje que estés redactando, una determinada canción o pieza clásica, te predispone mejor para obtener el efecto deseado. También suelo, siempre que puedo, escribir a la luz de las velas. La semioscuridad aumenta la concentración y te focaliza más en lo que pretendes contar. A mí, al menos, me funciona. De mis compañías gastronómicas y enólicas cuando escribo, mejor te cuento otro día, Luis. No acabaría nunca y dan para una ponencia.

✗ Decía Chesterton que “la literatura no es más que un juego, pero, si no se cumplen las reglas, ni siquiera es literatura”. La novela negra, por ende, tiene mucho de juego detectivesco. ¿Es esa la principal baza por la que el gran público acude a ella?

El público busca diversión, por encima de todas las cosas. El hecho de que una novela pueda plantearles, no solo el aliciente de vivir una aventura sino también un reto intelectual, hace que el género negro sea una posibilidad de disfrute en una sociedad en la que, por desgracia, cada vez se lee menos. Es más sencillo y rápido recurrir a series y películas para conseguir que las endorfinas te lleguen hasta el tuétano. Pero el placer que te da participar de un enigma y conseguir resolverlo antes de que el autor desvele la respuesta… eso no tiene comparación, ¿no te parece, Luis?

✗ Dinos tres títulos imprescindibles que no pueden faltar en tu estantería.

Yo diferenciaría entres títulos de novela negra y títulos de narrativa general. En el caso de novela negra, mis tres títulos fetiche son “Violetas de marzo” de Philip Kerr, “La soledad del manager” de Manuel Vázquez Montalbán y “El silencio de los inocentes” de Thomas Harris. Hago una mención especial para “A sangre fría” de Truman Capote que, aunque no esté considerada con una novela de ficción, para mí contiene todos los elementos del género junto a la maestría de un genio como Capote. Y en cuanto a narrativa en general, me quedo con “El camino” de Miguel Delibes, “El viejo y el mar” de Ernest Hemingway y “Crónica de una muerte anunciada” de Gabriel García Márquez. Con Delibes descubrí que quería contar historias. Con Hemingway, cómo quería contarlas. Y con García Márquez, en qué espejo había que mirarse para conseguir tocar esa tecla que emociona al lector.

Pues hasta aquí. Créeme que es un placer contar con un invitado tan abnegado como tú. Gracias por tu tiempo y por el desarrollo de las respuestas. Así da gusto.

Gracias a ti por este buen ratito, Luis. Con autores gaditanoir parece que uno se entiende más y mejor. Nos vemos en noviembre.

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